El enfoque prebiótico se dirige a los probióticos intrínsecos que ya residen en el intestino y, dado que son de naturaleza carbohidrato, pueden formularse en una amplia variedad de alimentos con preocupaciones mínimas sobre su integridad. Para ser considerado un prebiótico, un sacárido debe cumplir ciertos criterios. El primero de ellos es que debe ser no digerible (Rastall, 2007).
Los prebióticos pueden exhibir las siguientes propiedades:
- Mantenimiento de la flora intestinal y estimulación del tránsito intestinal (Arabbi PR, 2001)
- Cambio en la microflora colónica, que contribuye a la consistencia normal de las heces, previene la diarrea y el estreñimiento(Bosscher, 2006);
- Eliminación de sustancias en exceso como la glucosa y el colesterol, favoreciendo únicamente la absorción de las sustancias necesarias (Kaur, 2002)
Una alternativa atractiva a los probióticos es el uso de prebióticos.
El enfoque prebiótico se dirige a los probióticos intrínsecos que ya residen en el intestino y, dado que son de naturaleza carbohidrato, pueden formularse en una amplia variedad de alimentos con preocupaciones mínimas sobre su integridad. Para ser considerado un prebiótico, un sacárido debe cumplir ciertos criterios. El primero de ellos es que debe ser no digerible (Charalampopoulos, 2009)
La mayoría de las enfermedades intestinales crónicas surgen en el colon distal y se diseminan proximalmente, siendo las más importantes el cáncer de colon y la colitis ulcerosa.
Muchos de los metabolitos elaborados por la flora no probiótica del colon son genotóxicos o promotores de tumores (Macfarlane, 1995). Aunque todavía no se comprende el papel preciso de estos compuestos en el cáncer de colon, parece sensato reducir sus niveles en el colon.
Cada vez hay más pruebas de que los prebióticos tienen un efecto protector contra el desarrollo del cáncer de colon (Burns, 2000)